domingo, 25 de noviembre de 2007

Palabras para tu nombre















Hay una isla que lleva mi nombre.
Mi nombre en la saliva espumosa que araña sus playas.
Mi nombre en el viento que lame y transforma sus dunas.
Mi nombre en el eco de otros nombres de otros hombres,
de otros tiempos.
Soy el volcán de la isla que lleva mi nombre.
Cenizas y lava muerta.
Dentro, muy dentro, donde ya sólo la memoria cuenta
ruge la vida en el volcán.
Vida de horas encendidas,
rojo incandescente y líquido,
líquido de magma glorioso que se derrama, a borbotones,
con el lejano recuerdo de una tierra fertilizada por
roces de manos sabias
y de labios, de sabores de labios encendidos.
Rojo incandescente y líquido y líquido.
Soy el albatros que la sobrevuela.
La escudriña. La otea.
Por si acaso. Por si todavía, por si aún la posibilidad
de un todavía.
...Todavía, quiero pensar, borrando espesas telas de araña,
que soy la isla que lleva mi nombre, allí donde los bejucos verdes de fluor y de savia nueva y fresca se mezclaban con las bayas carnales, rojas y abiertas y cantaban mi nombre, glotones,
mi nombre de magma sabroso y frutas maduras.
Cuando todo era aun posible.
Hay un rincón en la isla que lleva mi nombre y yo pinté para ese rincón un fondo de cielo azul cobalto, de luna grávida y estrellas de plata. Y un león errante y solo que vela el silencio de los párpados cerrados
y un lecho de arena ocre y fina,
dulce como el roce de unos dedos en mi vientre,
uterino y cálido como el líquido amniótico de la vida,
placentero, mullido y reposado como el reloj que ha cesado en su tic-tac de las horas.
Y en ese lecho soy yo la figura yacente sobre almohadas de plumas blancas
y oigo crecer la hierba y siento la reverberación de la espuma,
y amo el volcán sin ceniza,
y sueño sueños de bejucos y bayas encarnadas,
y vuelo como el albatros
y el entonces y el todavía
y la memoria y los ecos ya no son palabras desligadas.
Y ahí siento la vida. Que palpita. Que late. Que mana, generosa.
Y esá, la que yo soy
la que fui y la que seré
vive esa vida. Yo vivo. Yo vivo mientras duermo
Mientras duermo vivo.
Vivo mientras sueño.
A Infinito Rojo

Por una tarde y muchas palabras,
por unas cervezas y un dossier de fotos bellísimas.

Noviembre 2007

lunes, 5 de noviembre de 2007

De todas ...


http://infinitorojo.blogspot.com/

De todas las calderas del infierno
De todas las explosiones nucleares
De los infinitos átomos del sol
Del níquel y el hierro del centro de la tierra.
De todas las algas más raras del fondo del mar
De todas las serpientes rojas e indómitas
De todos los tintes anaranjados de la naturaleza
De cobre fundido
De luz de atardecer
De viento del desierto soplando furioso
De ígneas mareas dominadas por la luna
De todos los fuegos, de todos...
De eso está hecho tu pelo.
Virgen desnuda,
sólo las lenguas rojas de tu melena
te cubren y te abrigan.
Piensas.
Te quedas en silencio
apoyada en la transparencia de un cristal que exhibe aún más tu expuesta desnudez,
tu desnudez azul
tu desnudez sin pudor,
de tan púdica.
Piensas.
Tu pecho se mantiene erguido
y tu mano reposa sobre el cristal.
Piensas
Y sólo el torbellino de fuego de tu pelo salvaje
se agita y se conmueve.
Virgen azul,
Mujer-sirena de ojos acuosos,
mirada extraviada y remota.
Piensas y la gran explosión del primer día
despeina tu cabello,
mecido por todos los vientos,
regado por todas las lluvias,
tu cabello, de incandescente materia viva


ZAXANAERCIS