jueves, 9 de septiembre de 2010

En largos pasillos de silencio
se funden, insonoras,
las voces que cantan
la luna azul
del entonces.

Crisol de marejadas,
de horizontes,
de audaz inocencia
que juega al disimulo de la obviedad
habitando mares,
trazando estelas de agua
que salpican
el miedo y la osadía
y que erizan pequeños senos de espuma
ajenos a la danza de lo real.

Crisol de horas,
marcadas para siempre
en algún reloj de la sangre,
de horas de un día,
en un lugar de la memoria
donde se resume toda una vida.

En largos pasillos de penumbras
se muerde el tiempo que fue.
Se conjura,
con la avidez del todavía,
con la gula del aún,
con la certeza del límite,
aquella luna de miel
aquella luna de agua
aquella luna de estelas
que habitaba mares sin fondo.

4 comentarios:

laura dijo...

Horas de un día, horas tediosas en jornadas de estrés que ya sea por inercia o por cansancio se tornan caprichosas y me dan una tregua para descubrir tus poemas,para intuir a esa mujer inquieta e inconformista que le planta cara a la vida a golpe de palabras con forma y contenido.

Que la desazón no cercene nunca la inspiración, que sólo sirva para alimentar ese sexto sentido que algunos necesitamos para entender el mundo.

Espero más poemas y volver a verte pronto.

Laura

zaxanaercis dijo...

Gracias Laura. Gracias por la enorme
ilusión que me ha producido ver
tu nombre en mi correo. Gracias por
tu tiempo, por tus palabras.
Te aseguro que tras nuestro último
reencuentro nunca más dejaré pasar
tanto tiempo para disfrutar de la
mujer, de la persona que eres, tan
especial y tan cercana.
Te recuerdo que tenemos pendiente
una "planificación".
Un abrazo tan grande como tú.

Anónimo dijo...

Magnífico poema Zaxanaercis. Buen entramado de metáforas, sentimientos, añoranza, … Me ha gustado tu blog.

zaxanaercis dijo...

Gracias por tu comentario, de veras.
Hasta que quieras.