sábado, 25 de abril de 2009

El mar

Crece el mar decapitado.
Espumarajos verdes y negros
de algas y arenas asfixiadas.
Algodones púrpura y grises
bailan por encima su ritual danza
macabra.
Tormenta sin aire.
El pardo con el verde oscuro
y el negro con la sangre del rojo.
Peces agonizantes saltan las murallas
del agua acre y polvorienta.
Los corales del fondo se quiebran,
añicos de materia desintegrada.
El negro y el rojo sangre.
Vuelan las gotas de sal
como espumas enredadas
en madejas despedidas por la furia.

El mar crece ahora hacia dentro,
remolino descomunal que traga, insaciable.
El infierno ha abierto sus puertas
y el humo condensado de siglos
es engullido con alaridos de dolor.

Crece el mar sin cabeza
pintando todo de luz amarga y cenicienta.
Crece, grita sin cabeza
y hay un hedor de sustancia podrida,
podrida o tal vez muerta.


ZAXANAERCIS. Abril 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando te leí me erizaste los vellos, son una poeta de altura.
Dejáme que siga leyendote. Porteño